De picos pardos con Carlota

De vez en cuando Carlota y yo nos escapamos solas y hacemos una de esas "tardes de chicas": tiendas, merienda juntas por ahí, algún que otro capricho...

 Su capricho me sale bien barato: son los cochecitos. Un euro por verla así de feliz.

Un día le dije lo de que íbamos "de picos pardos" y se le quedó grabada la expresión. Y cada dos por tres me pregunta si nos podemos ir de picos pardos las dos. Difícil resistirse. La verdad es que es incansable, va al mismo ritmo que yo, sin sillita, por supuesto, y no es de esos niños que piden cada cosa que ven. La invito a un helado de fresa, vemos unas tiendas, se monta en los caballitos y para ella es un plan muy especial. Y la entiendo porque para mí también lo es. Y me encantaba cuando yo lo hacía con mi madre. Además me gusta llevarla a ella sola, sin Tiziana, para darle SU momento y toda mi dedicación en exclusiva.

Al volver a casa, la 'fiesta' continuó en la terraza. No, no hablo de mojitos ni nada parecido... Una bolsa de patatas es suficiente para acontentarla.

 No nos gusta darle guarradas y además hasta hace poco no podía comer nada de esto por su alergia. Pero ahora que la ha superado de vez en cuando se merece probar cosas nuevas. Su expresión lo dice todo...

 Bueno, y cambiando de tema, no sé si sabéis que el color de este año es el verde esmeralda. Cada año Pantone (una empresa dedicada desde los años '60 a organizar los colores de cara a las industrias gráfica, textil, etc) elige uno y este año le ha tocado a este verde... ¿quizá por las connotaciones de esperanza?

 A mí el verde me encanta y cuando vi este modelo marinero de Lili Gaufrette llamado precisamente "esmeralda", no pude resistirme.

Ya sabéis el dicho: "la que con verde se atreve, por guapa se tiene" Yo soy más de llevar azules pero creo que a Carlota este verde con matices azulados le sienta muy bien ahora que está morenita. Aunque ella insiste en decirme: "pero mami, ¿por qué lo llamas verde si es azul?"

Y encima encontré un lazo de la tonalidad exacta, que mira que es difícil a veces, ¿eh? Para ella me gustan los lazotes más grandes que este pero eso ya es mucho pedir.

 Las bailarinas son, una vez más de Vulnanes. Este verano, como veis, las lonas me han solucionado la papeleta.

Con la sonrisa (falsa) de Carlota me despido. 

¡Muy buenas vacaciones a los que las empecéis y ánimo con esa semana a los que sigáis al pie del cañón!