Y, casi sin darnos cuenta, llegó el otoño

En Madrid hemos cambiado de estación pero no de clima (¡qué calorazo, mamma mia!) Con el otoño llegan las rutinas, los buenos propósitos, el frío (porque llegará aunque ahora parezca imposible) y los días más cortos. ¡Eso sí que me deprime! Pero hasta que cambien la hora -el 27 de octubre- disfrutemos de estos días largos y este tiempo veraniego que nos está compensado un verano tardío...

 El paso del tiempo es traicionero... A veces basta una foto para abrirnos los ojos. Desde la última vez que os enseñé a Carlota y a Tiziana juntas, mi pequeño bebé ya anda sola, come de todo, tiene dientes nuevos e interactúa mucho más con su hermana. Y el tiempo, aunque no nos demos cuenta, pasa también para nosotros, para los padres. De pronto, te ves en una foto y exclamas: "¡Dios mío!, ¿pero esta soy yo?" Tú te ves vieja, gorda, llena de arrugas, fea feísima, y, para colmo, los demás te dicen que te ven fenomenal, que sales genial, lo que no mejora tu ánimo porque... si en esa foto "sales genial", ¿cómo estarás normalmente?... Y entonces vas y te marcas 40 kilómetros en bicicleta, y sudas lo que no está escrito. Pero da igual porque no hay marcha atrás y el tiempo avanza para todos...

Y es cuando te paras a ver un abrazo como este, y el bajón y las frivolidades se esfuman y entonces piensas que el tiempo es mucho más valioso de lo que creías, que nadie nunca podrá quitar a tus hijas estos momentos, esta historia compartida. Nadie más compartió estos años, en esta casa, con estos padres... Pase lo que pase, eso será suyo para siempre. Y me emociono...

 Con el tiempo los celos de Carlota hacia Tiziana parece que también se suavizan... Carlota llegó a pegar a Tiziana y hasta a tumbarla con sus empujones. Y eso duele. Duele por ver a una bebé tan chiquitina llorando en el suelo y al minuto siguiente sonriendo de nuevo a su hermana. Duele por ver a una niña sacando su rabia de esa forma quizá por no sentirse feliz del todo o por no recibir todo que necesita. Pero el tiempo lo cura casi todo. Con atenciones, explicaciones y dedicación exclusiva a cada una, parece que lo va entendiendo... Cuando la recojo en el cole lo primero que me pregunta es por su hermana. Y Tiziana siente adoración por ella. Es verla e iluminársele la cara con una sonrisa de oreja a oreja...

 Ya van jugando más juntas. Y Tiziana, claro, ya no es el repollito gordito que era porque ¡tampoco para! Todo el día de pie de un lado para otro... ¡como para no estilizarse!

 En la revisión del año, medía 75 cms y no llegaba a los 9 kilos. Está aprendiendo muchísimo. Dice varias palabras, como "hola" (un millón de veces al día), "agua", "pappa" (comida en italiano), "pan", "más", "otro", "este", "atún" (que aún no sabemos qué significado tiene para ella jajaja) "Atta" (Carlota) y, por supuesto, "papá" y "mamá". Por cierto, tiene un poco de mamitis aguda y extraña cuando la cogen en brazos. Imagino que los últimos meses, con poca más presencia que la de sus padres, le ha marcado.

 Difícil sacarle una foto de cara porque no para de moverse...

Y encima cuando se la saco es llorando jajaja (ahí podéis ver los súper piños que le han salido)

 Y Carlota también está creciendo muchísimo, y no sólo en altura...

 Si ya era una niña espabilada, en el cole va a aprender lo que no está escrito. Y no me refiero a saber las letras, los números o los colores, sino a valorar su propia identidad, a ser más autónoma y a descubrir sus capacidades. Cada noche, antes de dormir, me quedo con ella un ratito en la cama a que me cuente lo que ha vivido ese día. Es un momento increíble para las dos. Y me doy cuenta de que es feliz yendo al colegio, y a mí me alegra una barbaridad. Esta semana tenemos la primera toma de contacto con su profe, a ver qué nos cuenta... aunque cada día cuando la recojo me hace el resumen de cómo ha ido y siempre me dice que fenomenal pero ya os contaré los detalles... 

 De momento, con verla sonreír me vale. Pero... no os dejéis engañar por esta cándida sonrisa...

 ¡Esta es la verdadera Carlota: un ciclón de mil caras!

¡Ah! hoy, la ropa es 100% Casilda y Jimena, una de mis marcas favoritas.

¡Feliz semana a todos! Recordad que el tiempo pasa y cada segundo es irrepetible.