Descansa en paz, nonna. Te queremos

Demasiado pronto. Demasiado rápido. Demasiado duro. Demasiado injusto. Demasiado dolor. Te has ido como un ángel, María, serena y sin hacer ruido. Has demostrado tu fuerza y tu valentía hasta el último día. Ni siquiera quisiste que nadie entrara contigo a las consultas médicas. El sufrimiento, todo para ti, como hacías siempre. Generosa y altruista hasta decir basta. Dejas a muchas personas sumidas en una tristeza profunda y en un estado de incredulidad insoportable. A mí misma me cuesta creer que ya no estés. Pienso que en algún momento me despertaré y habrá sido una simple pesadilla.

Las niñas han perdido a su querida abuela, a su querida nonna. Siempre decías que querías vivir al menos hasta la boda de Carlota. Estoy segura de que estarás presente en cada momento importante de su vida. Y cuando sean algo mayores y vean estas fotos sentirán de nuevo ese amor que les diste y que se ha quedado grabado en sus corazones para siempre.

Esa sonrisa franca siempre dibujada en tu rostro delata tu carácter alegre, optimista, mediterráneo en el sentido más amplio de la palabra. O, como dicen los italianos y me parece que te describe perfectamente, una persona SOLAR: llena de vitalidad, de alegría, de positividad, de luminosidad... Te hacías querer. No dejas ni un solo enemigo en la Tierra, ni una sola persona que te quisiera mal. Todos te querían allá donde fueras. Aquí, donde yo vivo en Madrid, creo que te conocen más a ti que a mí. Abierta, extravertida, hospitalaria, deportista, con ganas de aprender y de vivir. Inevitables los interrogantes: ¿por qué tú? Nadie lo sabe. Quizá el cielo necesitara más ángeles buenos en momentos tan duros como los que vive el mundo...

Protectora, buena, siempre pendiente de los demás... Lo único que no quisiste compartir fue tu dolor.

Me quedo con ganas de haberte dado un beso, de haberme despedido en condiciones. Sé que perdonas mis desaires porque en el fondo somos parecidas: directas, sinceras y espontáneas, incapaces de dejar una duda, un problema o una discusión sin resolver. Me quedo con muchos momentos vividos juntas, y especialmente de este pasado verano...

Pudimos disfrutar -toda la familia unida, como a ti te gustaba- de tu tierra, de tu querida Basilicata, de tu casita de verano que con tanto esfuerzo construiste cerca de tu madre, hermanos y sobrinos. ¿Quién nos iba a decir entonces que sólo unos meses después nos abandonarías?

 

 60 años. Sólo 60 años, maldita sea.

A mí me dejas ya para siempre pedacitos de ti: tu hijo, que es tu clon, y tus nietas, sangre de tu sangre. Carlota es también tu viva imagen y siempre he pensado que tu debilidad. En sus 4 años y medio de vida creo que ha tenido tiempo de atesorar muchos recuerdos de su querida nonna. Ahora nos toca explicarle tu partida. Difícil tarea.

Y Tiziana es más pequeñita. Quizá no le quede ningún recuerdo claro y conciso porque sólo tiene 2 años, pero ya nos encargaremos nosotros de hablarle de su buena nonna María.

En fin, María, que nos dejas penando por tu marcha pero a la vez aliviados porque has dejado de sufrir. Hasta en tus últimos deseos fuiste generosa: "no quiero flores" En su lugar, aportaciones a la investigación contra el cáncer. Muchos están pasando ahora por lo mismo. Ojalá que esta 'plaga' tenga cura pronto. Estoy segura de que la bondad que has regalado en la Tierra se te estará devolviendo de alguna forma allá donde estés. Más pronto o más tarde nos reencontraremos todos. Espéranos.

Una vez te "enfadaste" conmigo porque decías que en Italia cuando te casas la suegra pasa a llamarse "mamma" y a mí no me salía el llamarte así.  Pues esto va por ti:

Adiós, mamma, te quiero. Descansa en paz.