Este año nos quedamos sin manos

  

Dice el refrán que "en Domingo de Ramos quien no estrena no tiene manos". Es tradición en buena parte de España estrenar ropa el día en que comienza la Semana Santa. Es una forma de rememorar con alegría aquella entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Pero, reconozcámoslo, también es un día de pura exhibición. Hay madres que no piensan en otra cosa desde varios meses antes: se esfuerzan en llevar a sus niños impecables, con sus mejores galas de la nueva temporada. Y las tiendas hacen su agosto. De ahí el significado del refrán: quien no tenía dinero o, lo que es lo mismo, manos para trabajar no se podía permitir estrenar y ni siquiera tenía manos para coserse su propia ropa. 

Es, como digo, tradición en buena parte de España pero no en toda. En Madrid no conozco a nadie que siga esta costumbre. Que la habrá, no digo que no, pero es raro ver a alguien que piense en los modelitos de ese día, creo que es más una cosa de pueblos o ciudades pequeñas, donde el qué dirán importa más que en las grandes urbes, en las que a la gente se la rempampinfla como vayas vestido. Es más, yo lo he comentado con bastante gente y la mayoría desconocía incluso la existencia del refrán. A mí sí me gusta esta costumbre tan nuestra, sin los excesos y frivolidades de volverse loco por unos calcetines pero con mesura no me parece mal y tengo que reconocer que me chifla ver a los niños de los demás con los nuevos modelitos. Es como un repaso de las tendencias de primavera-verano en un solo día jajaja Seguro que a vosotras también os encanta, ¿a que sí?

Sin embargo, este año nosotras no hemos estrenado nada...

Si os digo la verdad, ni siquiera pensé en qué pondria a las niñas hasta la mismita mañana de Ramos. Mi elegido fue este modelo de Miss Clementina, que efectivamente es ya de primavera-verano peeero de la temporada pasada. Lo llevan con chaquetas hechas por mi madre. Tiziana, con zapatos de Ponti. Carlota, con bailarinas de Vulnanes.

A nosotros este domingo nos ha coincidido con el cumpleaños de mi madre, así que, ni ramos ni na de na, pero sí una comida familiar de lo más entrañable en la que nos juntamos casi casi todos (¡¡os echamos mucho de menos a los ausentes!!)

 Las niñas se lo pasaron pipa con su primito, sus tíos, sus abuelos... correteando a su aire y con un día de lo más primaveral. No me atreví a llevarlas sin leotardos porque la semana pasada estuvieron algo pachuchillas (de hecho, Tiziana y yo seguimos poco flamencas). Y, como la elección del modelito fue totalmente improvisada, tampoco tenía en casa calcetines azulones pero realmente fue un día de ir a pelo, casi.

Lo que se divirtieron subiéndose a la pila de sillas de la terraza...

Y, por supuesto, Carlota se ganó un helado de chocolate...

del que no dejó ni gota...

Aquí ya sin zapatos, sin lazos, con el vestido manchado... vamos, una imagen poco ejemplar para las estampas que se ven del Domingo de Ramos con los niños en pose sujetando la palma y totalmente impecables jeje

 Las mías, a lo salvaje...

Carlota, en plan cabra, subiéndose a todo lo habido y por haber.

Y aquí, ya desmadradas del todo en casa de mi hermano, donde terminamos de pasar la tarde.

 

Creo que ya os conté por aquí que venía a pasar la Semana Santa con nosotros la tía Ele desde Italia. No le he pedido permiso para poner sus fotos pero hoy se lo pregunto porque tiene imágenes preciosas con las niñas. Ayer mismo estuvimos en el zoo y ¡nos encantó! En cuanto pueda os cuento todo en detalle. 

Mientras tanto, un beso fuerte y ¡buena Semana Santa!