Ahora sí que sí... ¡Feliz Navidad!

Cuenta la leyenda que San Nicolás, un buen samaritano muy adinerado nacido en el siglo III en lo que ahora es Grecia, encontró un día a un buen hombre que no podía casar a sus 3 hijas porque no tenía dinero para pagar sus dotes. Esa noche, las chicas colgaron sus calcetines en la chimenea para que se secaran. San Nicolás metió dentro de cada media unas monedas de oro... 

Hoy, la bota sobre la chimenea es un símbolo más de nuestra Navidad. Actualmente no se llena de oro sino de dulces o pequeños regalos. Casi siempre hay una por miembro de la familia pero yo tenía en mente algo que fuera para todos. Desde hace años me rondaba en la cabeza una en tonos naturales, hecha de rafia, con nuestros nombres grabados en tiras... Le dije pormenorizadamente lo que quería a Manuela, la diseñadora que está detrás de El Mundo de María y ella aceptó el reto. ¡Mirad qué preciosidad!

 No quise que me la enseñara antes de mandármela. Dejé que me sorprendiera porque confío plenamente en ella. Cuando abrí el paquete, con la ilusión de una niña con zapatos nuevos, pensé que era SIMPLEMENTE PERFECTA.

Las niñas tienen otras más infantiles pero esta es la bota familiar, la que cuelga ya en un lugar privilegiado del salón (lo del árbol ha sido sólo para la foto jeje) No tengo chimenea pero creo que antes o después voy a encargar una falsa embocadura porque me encanta el efecto que hace, sobre todo en estas fechas. Me chifla con velas dentro pero creo que en mi caso me tocará aprovechar el espacio de uno de los radiadores. ¿Alguno de vosotros lo ha hecho? ¿Dónde, cómo? ¡Detalles, please!

 Bueno, y creo que al ver lo bonita que quedaba la bota, Manuela se decidió a hacer más cositas en rafia. Y yo no me pude resistir a estos muñequitos de jengibre para el árbol de las niñas...

El árbol, ya lo conocéis, es este... Ya tenía muñequitos de jengibre pero es que me chiflan, así que... ¡tres más!

El árbol grande ya os conté que lo voy adornando poco a poco, año a año, para que tenga piezas especiales que voy encontrando aquí y allá. Este año la loquita de Tiziana ha roto la mitad de las bolas, así que tuve que reponerlas. En toda la parte baja del árbol he puesto adornos irrompibles, como esos corazones con renos, o bolas y corazones en color topo de pelito, todo de la tienda Casa.

Aunque mi figura preferida año tras año sigue siendo esta bola de cristal tallado que compré en Londres. ¡Es la pieza joya de mi árbol!

Pues con ella y con sus amigas las bolas me despido no sin antes desearos una...