Su primera función de Navidad

Llegaron las vacaciones de Navidad y con ellas, las funciones de los colegios. A Carlota le tocó vestirse de arbolito y cantar y bailar esta cancioncilla tan pegadiza...

 Lo que me pude reír cuando salieron todos al escenario de esa guisa, cada árbol de su padre y de su madre: uno de Peter Pan modificado, otro con las botas de Cars, otro con una túnica y espumillón a mansalva, otro tan grande que casi no podía moverse, otros hechos a mano con mucho mimo por mamás, abuelas y modistas... y el de Carlota, muy repetido, de los chinos jeje Sé que hay colegios que ponen un modelo concreto o incluso dan un patrón. Aquí te dicen de qué tienen que ir, y allá te las apañes ¡pero así quedó más variopinto y divertido!

La verdad es que me daba risa y ternura a la vez. Los movimientos de todos los niños eran lentos, poco eufóricos, a destiempo... Las vocecillas, casi imperceptibles... nada que ver con los ensayos en casa. También hubo unas cuantas lloreras (miedo escénico, imagino) pero la verdad es que estuvieron genial y se llevaron una buena ovación.

En casi todas las fotos Carlota sale acompañada. Estas son las pocas que pude salvar de ella sola. Al ser de las más altas, la pusieron en segunda fila. La cambiaron de sitio de repente y me tuve que buscar la vida (de hecho, en la primera foto veis justo el momento en el que se la están llevando a otra parte jajaja) Hay un anuncio de un teléfono móvil que muestra precisamente una función de Navidad en el cole y todos los padres como locos peleándose por estar en primera fila para sacar las mejores fotos de sus retoños. ¡Pues así fue ni más ni menos! ¡Aquello era una jungla! Todo valía con tal de tener sitio preferente jajaja pero lo que antaño me podía parecer friki, ahora lo entiendo... ¡vaya si lo entiendo! Yo no es que hiciera muchas fotos porque quería disfrutar del momento y tener contacto visual con ella, que, por cierto, lo conseguí y menuda sonrisa me dedicó...

Qué bien nos lo pasamos. Tiziana estaba alucinadita...

  La muy pequeñaja se portó genial: daba palmas, canturreaba, se reía... ¡Y qué bien lo hizo Carlota! Me sorprendió su falta de timidez. Soy una ñoña, lo sé, pero es que emociona mucho ver las primeras veces de nuestros hijos. E imagino que la ilusión es la misma cada año que pasa porque los vas viendo crecer, y eso es algo que nos enorgullece y nos llena el corazón. Es muy emocionante y a la vez muy divertido, todo sea dicho: me reí un montón.

Bueno, y ya estamos de vacaciones en casa y con muchísimos planes. Creo que tengo ocupados toooodos los días de las próximas 3 semanas pero intentaré actualizar a menudo. Mañana si puedo os enseño los adornos nuevos de Navidad. ¡Y aún tengo pendiente presentaros a mi sobrinita australiana! Otro día haré una entrada con planes para venir con niños a Madrid en estas fiestas, por si a alguien le pudiera servir, y, por supuesto, iré mostrandoos nuestro día a día. 

Todavía no os felicito la Navidad porque faltan un par de días pero sí os deseo...

¡que la suerte os acompañe y os toque El Gordo de Navidad hoy!