
¡Quién me ha visto y quién me ve! No, si a este paso me veo cada año entregadísima a Halloween. Conocer los orígenes de esta fiesta me reconcilia un poco con ella. Como os contaba el año pasado, la palabra Halloween proviene de la
expresión "All hallows even" ("víspera de todos los santos") y comenzó como una celebración del fin del verano ante el inicio de una
estación oscura en la que -pensaban nuestros ancestros- las almas de los muertos llegaban
para pulular entre los vivos. Con el
fin de ahuyentar a los espíritus, los antiguos celtas usaban máscaras
macabras, calabazas que simulaban caras, y hogueras. El
origen es, pues, europeo, y no estadounidense como muchas veces se
cree. Lo que pasa es que fue allí donde realmente se propagó. Y el "truco o trato" (vaya traducción más mala, por cierto) surgió por lo mismo, como forma de ahuyentar a un espíritu maligno que -cuenta la leyenda- lanzaba maldiciones de casa en casa si no le obsequiaban con algo.
Pero en fin... a mí lo que realmente me importa es que es una ocasión en la que los niños se lo pasan fenomenal y plantan cara a sus miedos también, por qué no decirlo. Ellos no tienen ni idea de qué va esto pero poco les importa. Lo que quieren es ponerse su disfraz, comer chuches y pasárselo en grande.
La emoción de Carlota ayer por la mañana al estrenar su vestido de Elsa (Frozen) era bestial.

Poco importa que no sea un disfraz con temática de miedo. De hecho, en una circular del cole nos dijeron que este iba a ser un Halloween que evitara los sustos y el terror, que querían una fiesta alegre y llena de color. Luego cada cual fue como le dio la gana, está claro. Y en clase de Carlota la mitad de las niñas iban de Elsa jajaja

Cuántas
veces fuimos a buscarlo durante todo el año pasado y estaba agotadísimo
en la tienda de Disney. Hace unos días por fin lo repusieron y fuimos
directas a por él. Y qué claro lo tenía ella: "mamá, pero quiero el vestido de cuando Elsa llega al reino del hielo, no los otros, ¿vale?"

Tenía que ser este, con la corona y todo. Más feliz no podía estar.

Y anoche no se lo quería quitar. Yo creo que se sentía guapa con él puesto. Me pidió también que le hiciera una trenza lateral como la que lleva Elsa. No me salió muy allá pero pensé que algo más le iba a durar...

Pues mirad cómo estaba ya a los pocos minutos de llegar al cole... jajaja

Fue un día intenso. Después del colegio, donde ya de por sí la jornada fue especial, la invitaron a una fiesta en petit comité en casa de un amiguito. Los padres no estuvimos. Estas fotos me las manda la madre que lo organizaba, ¡pero me consta que se lo pasaron pipa!

Ya os he contado alguna vez que Carlota tiene sobre todo amigos chicos. Es curioso. Con esta panda se lo pasa en grande. Bueno, y en la fiesta había hasta una animadora vestida de Mary Poppins (este disfraz lo tengo que llevar alguna vez en la vida: es cómodo, bonito, fácil y genial)

Y mientras ella se divertía, yo estaba en casa con Tiziana. En nuestra urbanización es tradición ya también el "truco o trato". Si quieres participar tienes que adornar la puerta de casa. Así no se molesta a los anti-Halloween. Así que puse lo que veis arriba del todo, en la primera foto: una guirnalda de calabazas de los chinos y luego me curré una bruja saliendo del felpudo. No sé si se entiende. Yo lo veía clarísimo pero llegaron los niños corriendo y ni se dieron cuenta, pisotearon todo y al cabo del rato dice una madre: "¿qué hacen unos zapatos por aquí tirados?" jajajaja Encima son unos zapatos antiguos de mi abuela que guardo como oro en paño. ¡Si lo llego a saber...! El próximo año, nada por el suelo, está claro, porque no lo ven. Van corriendo como locos.
Hay que comprar toneladas de chuches, eso sí, porque viene un ejército de niños. Yo preparé guantes de silicona rellenos de golosinas. La foto no es mía pero me quedaron casi igualitos (con las prisas se me olvidó hacer foto y la he cogido de internet)
Y bueno, no pensaba disfrazar a Tiziana pero la vi tan emocionada mirando a los niños disfrazados, que al final improvisé y saqué el de conejito que le puse el año pasado a Carlota.

¡Qué contenta estaba! ¡Me sorprendió muchísimo!
No pensaba yo que con dos años recién cumplidos ya le pudiera gustar tanto esto de disfrazarse...
Eso sí, esta madrugada se ha despertado llorando como una loca. No sé si cogería miedo al ver tantos disfraces terroríficos...
Mi linda conejita... Pensar que el año que viene ya va al cole y le toca estar ahí como una más...
Pues con esta cara de pilla me despido por hoy. Perdonad por la calidad de las fotos. Son cada una de su padre y de su madre: unas de móvil, otras de cámara, otras me las han mandado...

Y una última cosita: ¡¡mil gracias por todas las felicitaciones por aquí, por privado, por facebook...!! ¡Así da gusto cumplir años!
¡Un besazo y feliz fin de semana!