Aquí seguimos, en Madrid, con temperaturas mínimas de 35º y mucho trabajo pero armados de paciencia. ¡Menos mal que tenemos terraza, piscina y zonas verdes! Eso sí, como la playa, nada. Yo soy una loca del mar. No puedo pasar un año sin pisar la arena, sentir la salitre, el yodo, esas duchas de agua dulce después de un día playero, el olor del aceite de Monoï sobre la piel y sobre el pelo salvaje, la brisa, las páginas del libro arrugadas por la humedad, esa cocacola bien fría acompañando unos langostinos en el chringuito, los pies descalzos, la piel dorada, el buceo, el sonido de las olas rompiendo en la orilla... Para mí no hay nada mejor. Espero que Carlota se una pronto a mi causa porque su padre no es nada playero. El año pasado era tan chiquitina en verano que sólo la bajamos un día al mar. Su reacción fue buena, no le asustó. Al contrario, parecía que le gustaba. A ver qué tal se nos da este año... Pero bueno, volvamos al asfalto, a las prisas, al estrés y a las caras verdes, que aún queda casi un mes para el disfrute. De momento hay que conformarse con la pisci.
Yo tengo un problema con la ropa de baño de Carlota. Este bañador de Pasito a Pasito me gustó tanto que se lo compré a pesar de que no lo tenían en su talla. Es una talla 2, por eso le queda un poco grande (pero tampoco tanto, ¿no?) Así le dura más, y si nos hacemos una escapada en Semana Santa, por ejemplo, pues aún le valdrá...
También me encapriché de otro de Gocco (otro día os lo pongo) que sólo les quedaba en talla 3 meses. Sí, sí, lo habéis leído bien: ¡¡3 meses!! Carlota va a hacer 15. Imagináos la cara de la dependienta cuando le digo que da igual, que de todas formas me lo llevo. Yo creo que pensó directamente que yo era una loca, que ni tenía hija ni nada. Pues se lo probé y le queda perfecto. ¿Tengo yo un problema o lo tienen las marcas de ropa? Se supone que mi niña está muy delgadita: nunca ha pasado del percentil 10. ¿De verdad la veis tan flaca? porque o yo tengo la vista atrofiada o es que ya me he acostumbrado a verla así. Lo que no entiendo es que le quede más o menos igual un bañador de la talla 3 meses que uno de 2 años...
Quizá en esta foto es donde más se ve que le queda grande pero a ella, como veis, eso le da exactamente igual, como si le pongo un traje a lo Lady Gaga. Sería igual de feliz... y de gamberra. ¡No sabéis qué terremoto es! Bueno, y volviendo al tema de los trajes de baño... También le he comprado varios culetines pero, claro, siempre le asoma el pañal. Las que tenéis hijas de esta edad -o lo hayáis pasado- ¿les ponéis pañal de piscina debajo? ¿Os arriesgáis y la lleváis sin nada bajo el bañador? Últimamente estoy de un preguntón...
Aquí mi lajartijilla quitando el bolo blanco que su madre puso en la terraza tan amorosamente para crear rincones con encanto. Se ha convertido en su juego favorito. También puse con mis propias manitas el suelo de madera tropical pero en eso mejor que no os fijéis porque este año todavía no lo he encerado y tiene un aspecto un poco indeseable jejjeeje Bueno, y no me digáis que no es una ricura la espalda de este bañador. Me chifla. La capota ya la habréis reconocido, es la de la entrada anterior, de Nini. Ese es precisamente mi último problema en esto de la ropa de baño: a mi niña le ha crecido tanto la cabeza en el último mes que los gorritos playeros que le compré le quedan a estallar. ¿Será de tanto tramar gamberradas?
El próximo día más...
¡Besitos!