Aquellos días en Italia...

¡Aquí estamos de nuevo! La verdad es que estas vacaciones han sido un poco extrañas. ¡A mí se me han pasado volando! Ya os he contado que nos fuimos a Italia pero lo que no sabíais es que yo me tuve que volver a los 8 días por motivos "laborales". Mis suegros tenían mono de niñas y me pidieron que ellas se quedaran más, y así fue: se quedaron ellas y mi marido en Italia otra semana larga mientras yo por primera vez en mi vida me venía a Madrid de Rodríguez (¿hay equivalente femenino de esto? jeje) La idea me atormentaba un poco porque ya sabéis que llevo mal las separaciones de mis niñas pero mi querida cuñada Carmen me dijo: "la ocasión la pintan calva" y pensé: pues tiene razón. Así que, como me sobraban días, me fui a la playita con mis padres y mi hermana, y ¡tan ricamente, oye!. Eché mucho de menos a mis niñas, eso sí. En la retina se me repetían una y otra vez escenas como estas, con sus risas y sus momentos de locura transitoria jajaja

 Estas fotos sí las hice en Italia. Aunque mis suegros viven en el norte tienen una casa de vacaciones en el sur, en la Basilicata, donde reside parte de la familia. Es una zona muy desconocida, con el mar a media hora pero metido entre bosques, termas, montañas, y pueblitos con encanto encaramados en sus cimas. Digamos que si Italia es una bota, esta zona se sitúa en el empeine. Y, por extraño que parezca, a pesar de estar tan al sur, no hace calorazo en verano porque está a mucha altitud.

 Me acordé de muchas de vosotras (las que vivís en el norte de España) y entendí algunos modelitos infantiles que a mí antes no me cabían en la cabeza y me parecían más otoñales que veraniegos (mangas largas o francesas, chaquetas, capotas de punto, ¡y hasta abriguitos de verano!) Yo estoy más acostumbrada a los veraneos playeros, donde con unos bañadores, unos kaftanes y unos vestiditos de tirantes vas que ardes. Esta vez tuve que llevar hasta chaquetas.

Estos vestidos son de Trasluz pero no de esta temporada. Carlota lo lleva con chaqueta de Nanos y bailarinas Vulnanes, y Tiziana, con chaqueta Sainte Claire y zapatos Nanos.

Lo que dan de sí unos postes, ¿eh? ¡Cómo se lo pasan con nada!  

Ya veis que Carlota se está haciendo más larga que un día sin pan (eso sí, de los 13-14 kilos no sube, no hay manera)

Y a Tiziana hace mucho que no la medimos pero me da a mí que también está altísima para su edad. 

Menuda granuja está hecha. ¡Qué peligro tiene! 

Mirad, aquí podéis ver el vestido sin chaqueta, que a mí me parece una monada...

Y estas dos últimas fotos me hacen mucha gracia: las subimos a una moto y Carlota estaba asustadísima la muy cagueta, agarrada a su hermana como si fuera a perder la vida poco más o menos...

... mientras que Tiziana estaba en su salsa, con gesto desafiante de motera y todo jajaja

Bueno, y no me quiero despedir hoy sin dar las gracias a toooooodos los familiares italianos que nos hicieron la estancia allí tan feliz. Es increíble lo generosos que son. Hicieron hasta una fiesta en honor a Tiziana (porque aún no la conocían) y nos llenaron de regalos. Desde aquí de nuevo, ¡¡millones de gracias a todos!! A mí me hacía especial ilusión que las niñas pasaran unos días con la única bisabuela que les queda porque es algo que recordarán toda la vida. 

¡Ti vogliamo bene, nonna Minghina!

¡Grazie mille a tutti di cuore!