martes, 23 de septiembre de 2014

Seguimos en Italia (de modo virtual)


Es lo que tienen las fotos: que consiguen alargar un poquito el verano. ¿Recordáis la era de los carretes? Volvíamos de las vacaciones y aún no sabíamos cómo serían las fotos que habíamos hecho. Las llevábamos a la tienda con una emoción enorme y al recogerlas encontrábamos sorpresas (agradables y a veces desagradables, todo sea dicho) Entonces hacer 2 o 3 carretes de 24 nos parecía una barbaridad. Ahora hacemos miles de fotos casi sin darnos cuenta pero nos falta el factor sorpresa. Sin embargo... aún conservan esa virtud de alargar las vacaciones con sólo mirarlas y remirarlas.


Me parece que ha pasado mucho ya desde estas en concreto. Creo que para mí fue el mejor día de todos: nos salió una mañana de verdadero verano e hicimos una ruta por los pueblecitos cercanos. Ya sabéis: mucho pateo, iglesitas, plazas con sus terrazas, cuestas, casitas... y lugareños, sobre todo lugareños.


Observar (y si es posible participar en) la vida de los lugareños es lo que más me gusta de viajar. Nunca he entendido a los españoles que salen a otro país y se meten a comer en un restaurante español, o, peor aún, a un McDonalds, ni a los que van con prisas para fotografiar toooodo lo fotografiable, para ver todos y cada uno de los museos, castillos o monumentos... A mí me gusta saborear la vida de cada lugar y, ahora que tengo niñas, enseñarles las diferencias de cada cultura. Lo diferente enriquece.


Este mini les chifló aunque subirse no les gustó tanto jeje (creo que les quemaba un poco el culete, ¡qué mala soy!)


 Pero la verdad es que se lo pasaron fenomenal. Nos llevamos unos bocadillos y nos sentamos en un pollete de la plaza del pueblo a tomarlos. Todo estaba cerrado a esa hora pero había vida en la calle. Mientras comíamos, Carlota nos hacía preguntas sobre cosas que para ella eran nuevas.


Después entramos en las iglesias...


 (alguna que otra la encontramos cerrada)


Pero os hablaba de los lugareños... A mí siempre me gusta -siempre que el idioma me lo permita- pararme hablar con los autóctonos. En esta excursión me puse a charlar con unas viejitas que me contaron que ¡¡NUNCA HABÍAN SALIDO DE SU PUEBLO!! Me quedé de piedra. Imagináos tener 80 o 90 años y jamás haber salido de un reducto de 100 habitantes o algo así. ¡Pero ni siquiera a la ciudad más cercana! ¡Ni siquiera a los pueblos de al lado! Me pareció alucinante, de verdad. Pensé que cuando encendieran la tele, aquello les parecería un mundo surrealista... Pues estas buenas señoras nos dejaron entrar en su casa porque teníamos que ir al baño y estaba todo cerrado a cal y canto. Estas son, para mi gusto, las cosas que enriquecen en los viajes.


Por cierto, creo que no os he contado que Carlota este verano se ha lanzado a hablar italiano. Antes lo entendía todo, está claro, al igual que le pasa ahora a Tiziana, pero aún no se había atrevido a hablar. ¡Impactadita me he quedado con cómo habla! frases perfectamente construidas ¡y con buena pronunciación y todo! Tiziana también se animaba a decir alguna cosita pero lo de Carlota fue asombroso.


Miradlas qué locas: así iban cuesta arriba cuesta abajo por los pueblecitos: bailando, saltando y cantando... qué par de descerebradas jajaja Y, para que os hagáis una idea, fijáos en cómo eran las callejuelas, llenas de rincones y entresijos, así son los pueblos típicos de aquella zona.

 

¡Y otro símbolo auténticamente italiano: el ape (abeja)! Estas furgonetillas de tres ruedas las encuentras en Italia a patadas. Nacieron en la posguerra (de la II Guerra Mundial) cuando la falta de medios de transporte era evidente pero muchos no podían permitirse un coche. Modificaron una vespa y... ¡voilà! Los pueblos del sur de Italia aún están plagados de ellas y a mí me chiflan, parecen de juguete, qué monada, ¡me llevaría una a casa! jajaja

 

Bueno, ya veis que Tiziana aparece con y sin capota. La verdad es que me cuesta que vaya peinada o con capota. Esto con Carlota no me pasaba. Pero la pequeñaja parece que no le ha cogido el gustillo a aquello de tener algo en la cabeza. ¿Algún truco?


Además, como nos ha salido cabezona, cuando dice que no, es que no jajaja Y qué atrevida es: se sube a todo lo que encuentra: aquí estaban en las escaleras de una casa. Los dueños salieron y todo al oír jaleíllo para ver qué pasaba. Cuando las encontraron ahí entre sus plantas no se molestaron, al revés. No sé cuántas veces les hicieron piropos ese día. A Tiziana le decían: "che bella bambola!" (¡qué muñequita más bonita!) La verdad es que estos conjuntos de La Martinica son para caerse de espaldas, o al menos a mí me lo parecen. Ya sabéis que sufrí flechazo a primera vista. Y me chifla combinado con las alpargatas. ¡Además Tiziana estaba comodísima con ellas!


Bueno, hasta el fraile de la iglesia se partía de risa con las ocurrencias de Tiziana...


Pero es tan cariñosa que se le perdona todo: te planta un beso, te da un abrazo, te dice "te quiero" y no hay más que hablar jaja


 Pues sin más, os dejo con esta postal de uno de los pueblecitos de la Basilicata que fuimos a ver y me despido hasta la próxima.


En Madrid ya empieza a refrescar por las tardes. Hemos entrado en otoño y, como quien no quiere la cosa, en nada estaremos hablando de las navidades jajaja 

De momento, ¡feliz semana!

6 comentarios:

  1. Ruth pero que pueblo mas bonito, y los vestidos de la martinica... ! Me tiene enamorada! Qué bien esta tiziana con él, carlota también va muy guapa, pero esta vez la palma se la lleva tiziana, y la capota es de infarto, ni que decir tiene lo bien que le sienta. Besoss y buena semana para ustedes también.

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    1. Sí, el mono es precioso pero es que Tiziana parecía una muñequita, es verdad.
      Besos, guapa!!

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  2. Vaya fotos, si sigues poniendo más de vuestras vacaciones, voy a tener que coger el primer vuelo y plantarme en Italia pero ya!! Lo tengo en mis asuntos pendientes...
    Que decirte de tus niñas... Que las veo preciosas y les sienta genial los conjuntos, no me pueden gustar más las alpargatas! Están en una edad tan bonita que con solo verlas se te dibuja una sonrisa en la cara.
    Por cierto, a ver si te ánimas a escribir un post sobre lazos, diademas, etc.
    Un beso muy grande de Marta y su mama!

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    1. ¡¡Tienes que ir!! Italia es un país bello lo mires por donde lo mires: cada ciudad, cada pueblo, cada paisaje... es precioso. Creo que no he visto ni un rincón feo y mira que me lo he recorrido de norte a sur! 100% recomendable!

      Muchísimas gracias por tus palabras hacia las niñas! Lo que tienen de ricas lo tienen de trastos, créeme! jajjajaa

      El post de lazos, diademas, etc lo tengo pendiente! Antes o después caerá, lo prometo! jeje

      Un besazo enorme para ti y para Marta!!

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  3. Ruth te mandé mail de nuevo!!!!!espero no ser pesada!!!!Besines!!!!!
    GEMITA

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