Superando los celos

 

Pues sí, los celos llegaron a la vida de Carlota y a nuestra casa. No de forma exagerada pero sí como para hacer saltar las alarmas. Los expertos dicen que es de lo más normal, especialmente si es el primer hijo (y más aún si es el primer nieto en ambas familias, como le pasa a Carlota) Al fin y al cabo los celos no son más que el temor a perder la exclusividad afectiva de las personas que queremos. Es como si mi marido llega mañana con una chica a casa y me dice que esa tiparraca se va a quedar con nosotros pero que no me preocupe, que él me sigue queriendo igual, sólo que va a repartir su amor entre las dos. Yo no lo aceptaría de ningún modo. Sin embargo, los niños son tan comprensivos y tolerantes que acaban aceptándolo pero a veces les cuesta, como es normal.

 

Aquí donde veis a este angelito, la hemos pillado ya bastantes veces con las manos en la masa: aprovecha cada abrazo o beso a su hermana para terminar con un pellizco, con un coscorrón, etc, etc. Ya le estamos enseñando que no debe hacerlo. Yo procuro dulcificar las regañinas porque me pongo en su lugar y debe de ser difícil querer de forma incondicional a un nuevo ser que te quita tu puesto de la mañana a la noche. Es decir, la intento comprender pero sin justificar sus actos agresivos. Le estamos haciendo ver que la seguimos queriendo como siempre, le mostramos las ventajas de ser la mayor y enfatizamos todas sus cualidades, que son muchas. Y ella está empezando a responder. Pobriña... Si es que es tan dulce... Además, no es como otros hermanos celosos, que sufren regresiones y se vuelven más infantiles. Ella está madurando y avanzando muchísimo en todo. No es porque yo sea su madre pero es más lista esta niña.... (momento babas jajaja) 

En fin, que los celos no pasan solos. Aunque el paso del tiempo es un buen aliado es muy importante enseñarles. Ayudarles a dejar de lado los celos es un curso acelerado sobre confianza, tolerancia, adaptación, etc. Unos celos no resueltos son como una herida abierta que derivará en una inmadurez afectiva y que les afectará en todas sus relaciones futuras (de pareja, laborales, de amistad...)  Reconozco que yo he pasado una racha de autoinculparme y pensar que quizá no le estaba prestando toda la atención que necesitaba, de desatender por momentos a Tiziana, de mostrarme cariñosa con la bebé o aplaudir sus méritos sólo cuando no estaba Carlota delante. Craso error. Los padres tenemos el deber de orientar a los hijos celosos para que no acaben siendo personas egocéntricas, envidiosas y caprichosas. 

Bueno y, cambiando de tema... 

 

Esta foto de Carlota me ha recordado a aquellas estampas antiguas de los niños pegados a los escaparates...  

Me lo paso bomba con ella. Está en la edad de las preguntas y siente curiosidad por todo. Un escaparate puede convertirse en 10 minutos de preguntas sobre lo divino y lo humano jajaja Así que imagináos este, tan navideño y con cositas tan bonitas...

 

Por cierto, mirad qué pelo más "largo" tiene ya. Algunas diréis "¿eso te parece largo?" Pues sí, no sabéis lo que le ha costado llegar hasta esa melenita. Con deciros que desde que nació sólo se lo hemos cortado una vez...

Sin embargo, no para de crecer. Está muy alta. Este vestidito de El Armario de Inés que me encanta probablemente es la última vez que se lo ponga. La chaquetita es la que me tocó en el sorteo de LAS CHAQUETAS DE ADELINA Desde aquí, mil disculpas a Adelina porque pensé que ya la había enseñado en el blog ¡y ahora me doy cuenta de que no! Es preciosa aunque ya le queda bastante raquítica jeje Las botas, ya os las había enseñado, son de Ana Pompones. 

Si el ordenador sigue funcionando... ¡mañana más y mejor!